Mitos y desvaríos de los media

La globalización y los tres acontecimientos -suscitados a finales de los años ochentas- que marcaron un cambio de era, no solo social, político y económico, si no también mediático. Estos factores van de la mano con la decadencia y el desprestigio que se le fue dando a la televisión y sobretodo al carente desempeño y la reputación del periodismo durante las coberturas de acontecimientos importantes en diferentes partes del mundo.

Comienzo primero con el impacto que causó la globalización que se dio en todos los ámbitos existentes de nuestra sociedad; los medios de producción, la cultura, la economía e incluso un cambio en la percepción de las personas. El desarrollo de nuevas técnicas y su implementación  en la televisión y otros medios masivos dieron paso a este cambio, sobretodo negativo, en las reacciones que tenía la sociedad con relación a estos medios y la información que intentaban transmitir.

Después de décadas de creer que lo que vemos es la realidad, finalmente, en ese lapso de los ochentas, la audiencia se percató que en realidad no es así. No tenemos siempre la información completa de lo que está sucediendo en ese momento, a pesar de tener la posibilidad de estarlo viendo o escuchando en tiempo real por medio de la televisión o la radio. Y poniéndonos en el lugar de los medios, podemos decir que al vivir y estar presente durante un acontecimiento no siempre vamos a comprender la situación inmediatamente debido a  diversos factores.

Cada persona va a percibir una situación de manera diferente, va a presenciarla desde un ángulo distinto, puede o no existir conocimiento de información previa acerca de la situación, influye la también la manera de pensar de cada individuo y todo el contexto de la situación puede ser distinto o simplemente no se puede ver todo lo que pasa en ese momento. Es ahí donde nos damos cuenta que no toda la información puede ser interpretada de la misma forma por todos. Ese fue el principal error de los medios, aparte de dar una información incompleta o estancada a la audiencia, ellos mismos también se quedaron con una información estática cuando en realidad creían que estaban informando.

Las causas principales de este fenómeno de confusión entre medios-información-público fue en primer lugar la sobreinformación; tanto bombardeo de “información” desordenada y sin tener una relación concreta entre ella, al final del día provoca inevitablemente una desinformación, de tanto no entendimos nada.  Además otro error, a mi parecer más grave que el anterior, pero también consecuente de éste, fue el querer igualar el lenguaje televisivo (con respecto a sucesos) con un guión y normas prestablecidas como en un juego deportivo.

Haciendo entonces una síntesis; cuando  tenemos información que se nos brinda en tiempo real, siempre es necesario tener una conciencia de perspectiva. Es imposible poder reflexionar al  mismo instante en que estamos recibiendo una noticia. Y sobre todo, antes  de tomarnos el tiempo para hacer esta reflexión hay que verificar también la información para poder comprenderla. Además, es necesario también que los medios la comprendan ésta antes de transmitirla, para llevar al público información más confiable y completa.

Cintia