miércoles, 10 de octubre de 2012

Comunicación contra información


Hoy ¿nos comunican o nos informan? Muchas personas sentadas en frente de su televisor piensan que están siendo informadas con información veraz, confiable y actual. Pero ¿en realidad sabemos quién decide qué información se difunde y cuál no? Seguramente no.

La información que nos dan diariamente tendría que ser meticulosamente analizada por un sistema único informacional, conformado por todos los medios que son importantes y capaces de brindarnos información verdadera, fusionándose unos con otros. A pesar de que este sistema “existe”, su funcionamiento  correcto, que daría paso al futuro comunicacional, es solamente una utopía.  Primero, el concepto de información denominado por los medios está muy alejado de lo que en realidad es; la información es considerada como mercancía. Ésta mercancía, utilizada con fines benéficos propios para los medios ubicados en los lugares más altos de la jerarquía.

Aumentar la popularidad y ser el medio más efectivo propiciaron un fenómeno histórico en la era de los 90’s: el corto circuito mediático; pasar de tener algo o alguien dentro de la prensa popular, para pasar de pronto a ser encabezado dentro de la prensa seria y de referencia. Este fenómeno se produce en todos los media en el mismo momento, dando este fenómeno paso a la era de la información global. La televisión es considerada ahora como un medio de información y  no solamente de distracción.

Estando inmersos en la era de la información virtual, debemos aprender a seleccionar  que información tomar y cuál no. Existen entes que evitan que esta información sea del todo buena: el mimetismo mediático, que impulsa a los medios a precipitarse a cubrir un acontecimiento que otros medios consideran de gran importancia y entre más se habla de éste, más se persuade de su importancia. Otro gran impedimento es la hiper-emoción, que principalmente se da en la tv; los medios desconceptualizan la información para convencer que basta con ver para comprender un acontecimiento y rechaza el análisis para favorecer la producción de sensaciones. Estos dos entes esperan a un personaje mediático, es decir, alguien que pueda abarcar todos los rubros desde la prensa personal hasta la de referencia.

Los medios con más alcance han provocado una crisis en la prensa escrita ya que han modificado algunos conceptos básicos de la prensa. Como ya mencioné, la idea de la información es considerada de una forma muy distinta, es más importante ver que comprender: al ver, sobretodo una imagen en vivo o en directo se da por hecho que hemos comprendido completamente. El concepto de actualidad y la instantaneidad son construidos por la televisión, una imagen al tener un impacto, impone la elección y obliga a los demás media a seguirla, haciendo indiferentes a los hechos carentes de imágenes. Pero el elemento más importante a mi parecer, es la veracidad de la información; se considera a un hecho “verdadero” al momento en que otros medios repiten estas afirmaciones y las confirman o desmienten. Somos nosotros quienes debemos analizar qué es verdadero y qué es falso.

Volviendo entonces al sistema único de información que rige y denomina lo que se dice y lo que no, podemos decir que los medios se copian, se imitan y se mezclan en vez de complementarse y construir una información verdadera para transmitirla a la audiencia. Lo más peligroso es que se está confundiendo la información con la comunicación. Al transmitir información rápida y segmentada se está produciendo una desinformación, también se está dando mayor importancia a la forma que al propio contenido.  Al informarnos debemos tener una movilización intelectual, poner esfuerzo para analizar toda la lluvia de información que nos llega y sobretodo poner atención para poder identificar la información con fundamentos que verdaderamente nos sirva.